Ecos del Forum Patrimonio Cultural de Ancash


La comisión organizadora agradece a los asistentes y expositores por el éxito de dicho evento,

La participación del Decano del Colegio de Abogados de Ancash, Dr. Elmer Robles, con la exposición de su tema “Delitos contra el patrimonio cultural” permitió en su conferencia comparar en forma analítica las controversias del aspecto legal. Su mensaje fue didáctico permitiendo tocar los contenidos sobre los decretos y leyes para preservar el patrimonio arqueológico en una forma amena.

El segundo ponente Docente de la Escuela Profesional de Arqueología de la Universidad Nacional Santiago Antúnez de Mayolo (UNASAM), Lic. Ilder Cruz Mostacero, abordo en su exposición “El estado Actual del Patrimonio Arqueológico en el Perú: Problemas y perspectivas”. Fue puntual en plantear la problemática que presenta hoy en día el patrimonio cultural y las alternativas que se debe implementar para reducir los impactos negativos.

El último ponente de la sesión de la mañana, fue del Administrador de la Lista Arqueología de Perú y Director Académico del Museo Arqueológico Max Díaz Díaz. Con el tema “Patrimonio Arqueológico: Problemas y alternativas”.

El Lic. Daniel Castillo Benites, abordo con algunas fotos de Chan Chan y los esfuerzos de don Max Díaz Díaz miembro del patronato de cultura de aquella época quien recorría dicho monumento hoy reconocido como patrimonio mundial, novedoso ya que no se conocía sobre dichas actividades de

preservación de los años de 1940, fue fundador del museo de la Universidad de Trujillo. El licenciado también abordo el tema de la preservación del patrimonio calificando en tres órdenes, la del primer orden aquellas relacionadas con la destrucción natural y antrópica y una segunda que la clasificó como descuido del Ministerio de Cultura mostrando mucha información que corre por la lista ante la pasividad de las autoridades del estado.

Por la tarde se inicio con la ponencia del fundador del Instituto Ancashwain, Mg. Steven Wegner, quien hizo un recuento histórico con el tema “Redescubriendo nuestro patrimonio: La importancia de la cultura Recuay en Ancash”. Hizo un desglose de su amplio conocimiento de la zona de Huaraz y

sus alrededores, mostro fotos del archivo del padre Soriano y unas de Julio C. Tello no conocidas.

El Director del proyecto El Brujo de la Fundación Wiese, Lic. Régulo Franco Jordán, con la ponencia “La Ruta Moche: Nuevo Destino Turístico en la Costa Norte del Perú”. Destacó el proceso de los diversos proyectos en el norte de Perú y como estos han sido impulsados asumir nuevas posturas de gestión ante el requerimiento del turismo que en el norte se viene dando.



La Ruta Moche: Nuevo Destino Turístico en la Costa Norte del Perú

Régulo Franco Jordán

Fundación Wiese

Introducción.

La “Ruta Moche”, en los últimos años, se viene posicionando con mucha fuerza en la Costa

Norte del Perú, teniendo como columna vertebral el turismo arqueológico. Se entiende por Ruta Moche a un territorio homogéneo que conforma el paisaje, las tradiciones y cultura de los antiguos peruanos, dando a conocer su arte, arquitectura, biodiversidad y etnogastronomía.

Empieza fundamentalmente gracias a iniciativas personales de distinguidos arqueólogos que realizan grandes descubrimientos arqueológicos en la costa norte, que acaparan la atención del mundo, y que definen a través de los años una Ruta Cultural o Turismo arqueológico en oposición a las conocidas visitas esporádicas de turismo receptivo y nacional a los antiguos museos y sitios arqueológicos emblemas del norte, llámese Chan-Chan, Museo Cassinelli, Museo de la UNT en la Libertad y Museo Bruning, Museo de Túcume en la región de Lambayeque. Se recordará que hace muchos años hubo una iniciativa de planes estratégicos lanzados por el estado, de desarrollo integral dentro del marco del turismo nacional, como PENTUR, CTN, o el mismo destino turístico Nor-Amazónico, que en su tiempo generaron interés y algunos proyectos en marcha, sin embargo no fue posible consolidar los objeticos de los destinos propuestos, pero que queda como marco general de programas a desarrollarse en el futuro.

Lo más relevante y auspicioso en este compromiso es la participación de las instituciones privadas con los gobiernos regionales y locales, y la presencia del estado, en el caso de MINCETUR y PROMPERU, que hacen posible el fortalecimiento del turismo arqueológico, que crece insospechadamente en el norte. Hay todavía muchos problemas por resolver con proyectos de inversión social, cultural, de infraestructura vial, de servicios hoteleros, restaurantes, entre otros, que ayuden realmente a un sostenido desarrollo socio- económico integral, pero el gran proyecto Ruta Moche ya se viene posicionando y fortaleciendo a nivel nacional e internacional, gracias a la promoción de PROMPERU en sus diferentes programas y la participación de todas las entidades gestoras del estado e instituciones privadas en las ferias internacionales de Turismo.



Modelos de gestión arqueológica.

Antes de 1990, la Costa Norte del Perú, no había sido favorecido con iniciativas acerca de la

integración cultural y turística entre la región La Libertad y Lambayeque. Sin duda, esto se debía a que no se habían generado todavía las condiciones necesarias de un turismo responsable y prometedor, aún cuando a partir del segundo lustro de los ochenta, ya se despertaba el gran interés por los descubrimientos arqueológicos de las tumbas reales de Sipán, descubierta por Walter Alva y su equipo en Huaca Rajada. Como se recordará, solo cuatro sitios: Chan Chan, el museo Bruning, las pirámides de Túcume y Huaca Rajada, eran tradicionalmente los sitios de interés arqueológico-cultural de los visitantes en las regiones de La Libertad y Lambayeque.

Sin embargo, las condiciones de iniciativas por la investigación, conservación y puesta en valor de los monumentos arqueológicos, con proyectos de largo aliento, recién se realiza a partir de los noventa, gracias al apoyo de entidades privadas en alianza estratégica con el estado, los gobiernos locales y regionales. Nace una generación de arqueólogos peruanos, sin ser empresarios, ahora generan productos arqueológicos de alto nivel que fortalecen la Ruta Moche, con grandes descubrimientos arqueológicos, que traen como consecuencia un turismo creciente, capaz de competir con otras rutas de larga data, como es la Ruta del Sur donde se incluye el majestuoso Machupicchu como una de las maravillas del mundo. Ahora, como dice el Dr. Francisco San Martín, la verdadera gestión no solo es poner en valor los monumentos, sino también hay que poner en valor los pueblos que se encuentran en el entorno de los monumentos. Veremos ahora, algunos ejemplos de gestión arqueológica.



Sipán.

La efervescencia por los hallazgos de Sipán en 1987, contagiaron de manera sorprendente a

los arqueólogos para mirar desde otra perspectiva, de cómo se puede recuperar un sitio como

Sipán para la ciencia. La gran labor de Walter Alva y su equipo, permitió en principio recuperar un mausoleo con tumbas reales de la época Moche que estuvo sujeto por muchos años a manos de los saqueadores de tumbas. El éxito de los descubrimientos favoreció enormemente el arribo de grandes grupos de visitantes al sitio, que hizo posible, como medida de emergencia, establecer un módulo de exhibición construido en la parte lateral a la plataforma funeraria, que mostrara de manera didáctica el contenido de la información general sobre los descubrimientos y las diferentes publicaciones sobre Sipán. Asimismo, se puso en evidencia, en un intento de musealización in situ, la recreación de la tumba del señor de Sipán, con el fin de aplacar la presión y el interés de un público cada vez más creciente e interesado por los descubrimientos sensacionales de Huaca Rajada que dieron la vuelta por el mundo. Pronto se construiría un gran museo de las Tumbas Reales de Sipán en la ciudad de Lambayeque, que según su descubridor,

se realizó por razones técnicas.

Más tarde, El generoso aporte económico Italo-Peruano, permitió construir obras de agua, desague y alcantarillado para el uso de la población de Sipán y otro fondo para la capacitación de artesanos en la producción de souvenirs y la venta e industrialización de productos nativos naturales como la algarrobina en sus variados usos, que beneficia al desarrollo socio económico de la población. Hoy, el museo de sitio de Huaca Rajada dirigido por Luis Chero es una realidad, cuya muestra central es la Tumba 14 correspondiente al sacerdoteguerrero,

que espera revertir el flujo turístico ausente en los años anteriores.

No quiero de ningún modo dejar de lado las grandes gestiones que se vienen realizando también en Chotuna y Túcume a cargo de Carlos Wester , Alfredo Narvaez y Bernarda Delgado, especialmente este último sitio que se investiga desde 1989 y a partir de los noventa se establece programas de sensibilización, capacitación de artesanos y talleres para jóvenes

y niños y su evidente involucramiento con las comunidades del entorno del Apu Purgatorio, gracias al apoyo de programas de cooperación internacional, apoyo de los gobiernos locales y del estado a través del Plan Copesco y la Unidad Ejecutora de Lambayeque.



Huacas de Moche.

Este es un gran modelo de gestión en la Ruta Moche. La Huaca de la Luna, monumento de la

época también Moche, que empezó a tener atención en el año de 1991, gracias a la iniciativa de Ricardo Morales y Santiago Uceda, con el apoyo financiero de la Universidad Nacional de

Trujillo, la Municipalidad Provincial de Trujillo, y después la World Monuments Foundation,

la corporación Backus, entre otros. La gran labor de sus mentores, hizo posible la creación del

Patronato Huacas de Moche que propicia el buen desarrollo y buena gestión de este recurso

cultural. Como se recordará, el sitio de Huaca de la Luna estaba antes abandonado, saqueado y en paulatino proceso de destrucción por los visitantes locales. Por esta razón, la recuperación de este sitio para la ciencia y el turismo ha sido muy importante, que es un modelo de proyecto exitoso y sostenible que ha merecido muchos premios como reina Sofía y reconocimientos a nivel internacional. Un aspecto que merece un comentario aparte es que este proyecto ha propiciado y organizado eventos académicos de gran importancia para la arqueología norteña, en términos de investigación y puesta en uso social. Uno de los aspectos también valiosos de sus gestores es haber convertido el frente principal de Huaca de la Luna, con las previsiones del caso, en un escenario eventual en la organización de eventos culturales de gran relevancia, como exposiciones magistrales, talleres de pintura, presentaciones de libros, etc., que ha merecido elogios de la comunidad. De otra manera, ante la trascendencia de los descubrimientos, el  gobierno Regional e instituciones privadas hicieron posible la construcción de una vía enbloquetada de cemento y asfaltado que hoy facilita el acceso normal a la campiña de Moche y después al conjunto arqueológico. Las acciones corporativas entre las autoridades y la dirección del proyecto, tuvieron un efecto multiplicador, dando lugar a la creación de restaurantes turísticos, hospedajes, negocios menores, tiendas, casa de artesanos y venta de souvenirs en la campiña de Moche, entre otras actividades como programas de capacitación y sensibilización turística financiados por el fondo contravalor Franco - Peruano, y la construcción del Museo de sitio.

Finalmente, uno de las gestiones más importantes del proyecto Huaca de la Luna, a partir del año de 1994, ha sido el posicionamiento en la región de la Libertad del ícono mural conocido como “La Deidad de la Montaña”.



Complejo arqueológico El Brujo.

En 1990, la Fundación Wiese, por un interés especial del Dr. Guillermo Wiese de Osma y el

autor de este artículo, decidieron emprender un proyecto de emergencia dentro del marco de

investigación y conservación de la Huaca Cao Viejo del Complejo Arqueológico El Brujo, a 60 kms. al noroeste de Trujillo, a raíz del hallazgo de los primeros relieves policromos Moche, que estaba antes a merced de los saqueadores de tumbas. Uno de los objetivos de nuestra intervención fue contener en el Complejo El Brujo la incursión de los huaqueros,

sensibilizándolos y capacitándolos para el ejercicio de campo al lado de los arqueólogos. A

partir de 1991, la Fundación Wiese suscribió un convenio por cinco años con el Instituto

Regional de Cultura de la Libertad y la Universidad Nacional de Trujillo, para la continuidad de las Investigaciones y C o n s e r v a c i ó n d e l a H u a c a C a o Vi e j o. (Figura 7). La Fundación Wiese y el Instituto Nacional de Cultura en el año 2005, suscribieron un convenio por 10 años para la apertura de la Huaca Cao Viejo al Turismo Nacional e Internacional, asegurando la continuidad de las investigaciones y la conservación del monumento. Dentro de este convenio, se asumió el acuerdo del destino de los fondos recaudados por el ingreso al monumento, basado en un 80/20, es decir, 80 % para el proyecto y 20% para el ahora Ministerio de Cultura, modelo que ya había sido gestionado con anterioridad por el proyecto Huacas de Moche en un porcentaje más generoso de 90/10. Esta modalidad de gestión abre, sin dudas, una gran posibilidad que los fondos recaudados en los monumentos se reviertan en la investigación, conservación de los monumentos versus a que los fondos vayan a las arcas del estado sin devolución. La apertura real del monumento al turismo se realizó el 12 de mayo del 2006, oportunidad que valió para la inauguración de una cubierta de membrana textil tensada, tratada e impermeabilizada contra UV, que hoy cubre la parte expuesta con relieves polícromos de la fachada principal de la Huaca Cao Viejo, Esta cubierta es por el momento, un gran aporte a la protección de un monumento prehispánico en la costa peruana.

La Fundación Wiese dio a conocer el descubrimiento de la tumba real de la Señora de Cao (National Geographic, Agosto 2006)), conocida también como “La Dama de los Tatuajes”, encontrada en la esquina noroeste de la parte superior de la pirámide. Por primera vez, se encontraba los restos de la primera gobernanta del Perú prehispánico dentro de un recintomausoleo

preparada exclusivamente para albergar su cuerpo, sin antecedentes, y que hoy constituye un ícono de gran trascendencia en la región y en el país. La Fundación Wiese, en el año 2007, firmó con PROMPERU un convenio para la presentación de la Réplica o caracterización de la Señora de Cao y su difusión en las principales ferias internacionales de Turismo (FITUR). A raíz del descubrimiento, se construyó un moderno museo de sitio denominado Cao, inaugurado el 2 de abril del 2009, con un planteamiento modular inspirado en los planos Moche, con tendencia a crecer espacialmente en la medida de nuevos descubrimientos. En este museo se atesora todos los hallazgos ocurridos en los 22 años, donde se establece una secuencia cultural de 5,000 años, en especial el cuerpo y las joyas de la Señora de Cao.

A partir del año 2007, en el pueblo de Magdalena de Cao se formó un comité de fomento y promoción turística, integrada por el municipio, la Fundación Wiese, Minka, la Iglesia Luterana, la Policía Nacional, el Ejército Peruano en Chocope, el gobierno regional y otras instituciones colaterales, para trabajar con un plan de revalorización de la imagen urbano-cultural del pueblo tradicional de Magdalena de Cao, con proyectos de inversión privada y estatal, ordenamiento vehicular, seguridad, y capacitación de artesanos, trabajadores de restaurantes, hospedajes. La gran labor de Minka a través de su programa de Apomipe fue constituir redes de artesanos en el pueblo de
Magdalena de Cao y anexos con el afán de contribuir con el mejoramiento del nivel de vida de la población. PRODELICA en convenio con la municipalidad de Chocope y alianzas estratégicas con la municipalidad de Magdalena de Cao, la Fundación Wiese, y el entonces Instituto Nacional de Cultura, puso en marcha un plan denominado “Destino Turístico Complejo El Brujo” que consistió en la capacitación de artesanos y servidores de restaurantes y la colocación de señalizaciones. Asimismo, se emprendió una labor de capacitación a jóvenes líderes del pueblo como informadores de turismo. El programa de JICA realizó algunas actividades de ornato del pueblo, construcción de paneles, capacitaciones en el campo de la gastronomía, entre otras actividades. Una de las actividades que cumple el proyecto El Brujo es su articulación con la comunidad a través de charlas en las escuelas o colegios por parte de los arqueólogos del proyecto. Asimismo, se ha realizado un trabajo de sensibilización en la población, ayudando a los restaurantes a mejorar sus servicios, pintando con íconos del complejo las fachadas de los restaurantes, la plaza principal y arterias cercanas y casas de venta de artesanía, posicionando los íconos ancestrales para fortalecer la identidad de la población. Con los fondos de Copesco, el pueblo de Magdalena de Cao ha mejorado notablemente su imagen urbano-cultural, con las fachadas de casas pintadas y el remodelado, empedrado e iluminación de la plaza de armas y sus arterias colindantes, de modo que hoy el pueblo se constituye como uno de los ejemplos de imitar en la Ruta Moche. En este momento, el Gobierno Regional de la Libertad construye una vía asfaltada de más de 14 Km. de distancia con destino al Complejo El Brujo.

De otro modo, por una iniciativa de Minka, la Fundación Wiese con los fondos del BIDFOMIN, asume el liderazgo del Proyecto Turísmo Arqueológico Ruta Moche como una unidad articuladora. Dentro de este proyecto, que involucra a las regiones de Lambayeque y La Libertad, participaron el gobierno Regional de Lambayeque, los gobiernos locales y las Mypes.

Los sitios elegidos para este proyecto han sido los pueblos de Pítipo en Poma, Zaña – Huaca Rajada, Magdalena de Cao y la Campiña de Moche.

Finalmente, el fin de la Ruta Moche es desarrollar productos de turismo especializado, buscando en el turismo una actividad económica, basados en la cultura y la naturaleza como elementos de identidad y valor. Es necesario promover una dinámica, ética y responsabilidad para lograr un equilibrio en el desarrollo económico, socio cultural y ambiental vinculado al turismo, mitigando los impactos que pongan en riesgo la sostenibilidad de la actividad turística, la calidad de vida de la comunidad y la conservación de sus recursos.

Patrimonio Arqueológico: Problemática y alternativas

Lic. Daniel Castillo Benites

La ponencia que presentamos trata desde una perspectiva analítica y a la vez holística los

aspectos relativos al patrimonio arqueológico como parte integrante del patrimonio cultural de

los grupos humanos que nos antecedieron. La primera aproximación la hacemos a través del

recorrido del archivo fotográfico inédito de Don Max Díaz Díaz. El mismo se realizó en el siglo

pasado y está acompañado de notas de campo que exhiben variadas experiencias en relación al

patrimonio, así como una continua búsqueda de soluciones pragmáticas a los problemas que se

presentaban sobre esta temática.

A partir de esta mirada e información adicional, reconstruimos la percepción y gestión del

patrimonio arqueológico durante el siglo XX y comienzos del siglo XXI, en particular los

desafíos que se plantean en cuanto a la protección y defensa del mismo.

En la actualidad es muy frecuente la difusión en los medios de comunicación y en las redes

sociales de atentados contra el patrimonio arqueológico, situación que por un lado pone de

manifiesto que existe un gran consenso acerca del valor de dicho patrimonio en la comunidad en

general y que por otro, todavía carecemos de políticas de estado que se adecuen a la variedad,

cantidad y excepcionalidad de los testimonios arqueológicos del territorio peruano. En

consecuencia, constatamos a diario la forma en que se multiplican las denuncias por destrucción

o saqueo de nuestro patrimonio arqueológico, muchas de las cuales ingresan al sistema

burocrático estatal y no obtienen la respuesta del caso.

Es real que desde el sistema educativo se contribuye a generar conciencia acerca del valor del

patrimonio que nos ocupa, tarea que también realizan algunas organizaciones no

gubernamentales comprometidas en un esfuerzo de investigación, preservación y conservación

del mismo. Asimismo, debemos considerar el aporte positivo de los proyectos de puesta en valor

de sitios arqueológicos que ponen en relación las tres esferas fundamentales del desarrollo

sustentable: patrimonio, medio ambiente y comunidad actual, a fin de alcanzar un uso sostenible

de los sitios arqueológicos inscriptos dentro de un programa de turismo sustentable.

Estos esfuerzos son insuficientes y el desafío ético de nuestra generación es abrir la discusión

sobre la problemática tratada desde una actitud renovada, acorde a las circunstancias que

estamos viviendo, que nos permiten incluso alertas tempranas a través de Internet y las redes

sociales sobre atentados al patrimonio; la indiferencia es inaceptable incluso a nivel de las

comunidades locales.

Ahora bien, el intercambio de ideas debe comprender los ámbitos académicos y comunitarios, a

fin de alcanzar consensos mínimos que permitan una presentación conjunta a las autoridades

nacionales. El Estado muy a pesar de los instrumentos legales vigentes y de los medios a su

disposición, es ineficiente en la defensa y protección del patrimonio arqueológico. El Ministerio

de Cultura y sus dependencias regionales, se ven constreñidos a constatar y dar alguna solución a

los casos de saqueo y destrucción de sitios arqueológicos según se van informando y

presentando en las oficinas respectivas, sin que exista un programa y directivas unitarias para

frenar estos hechos, que se traducen en la pérdida irreparable de los bienes que constituyen

nuestra identidad cultural. Por lo tanto se concluye que necesitamos del consenso mencionado, e

incluso evaluar la posibilidad de proponer que en el ámbito judicial se nombre un juez “ad hoc,

con el cometido de intervenir en todos los casos relacionados con atentados al patrimonio

arqueológico; una institución de esta naturaleza sin lugar a dudas generaría un cambio radical

respecto de la situación actual.

Para finalizar, enfatizamos que es imperativo contar con una política cultural adecuada a la

realidad del país y dinámica en cuanto a su aplicación; es imprescindible que los lineamientos

básicos de la defensa y protección del patrimonio arqueológico mantengan continuidad temporal,

o sea que podamos dejar atrás los esfuerzos espasmódicos de algunas administraciones y

mantengamos un sistema participativo eficaz y eficiente.

El estado Actual del Patrimonio Arqueológico en el Perú: Problemas y perspectivas.

Por: Lic. Ilder Cruz M.

INTRODUCCIÓN

La presente exposición pretende mostrar el estado caótico en que se encuentra el Patrimonio

Arqueológico en el Perú, demostrando un total aislamiento entre las leyes de conservación y la

realidad.

Debemos tener presente que en la actualidad el Patrimonio Arqueológico se encuentra muy

deteriorado a causa de muchos factores -donde el factor más activo en su deterioro es la

antrópica- los cuales sus daños, muchas veces son irreversibles y cuyas consecuencias conllevan

a la pérdida de los Monumentos Arqueológicos, porque estos son un recurso agotable, no

renovable, irreparable, único y esencial; por lo tanto si estos se destruyen, entonces una parte

del registro de la humanidad desaparece.

Es desastroso que el Perú, un país que tiene una gran riqueza de Monumentos Arqueológicos y

con un pasado cultural formidable, su Patrimonio Arqueológico se encuentre muy deteriorado,

inundado de basura y abandonados casi en su totalidad. Además de los que han sido

“investigados”, muchos de ellos no han recibido las atenciones adecuadas y oportunas. ¿O

acaso por que desaparecieron las pinturas murales de Huaca de los Reyes, Garagay, Fortaleza de

Paramonga, etc.?.

A pesar que la mayoría de los sitios no han sido intervenidos, a pesar de ello no se escapan de

las excavaciones irresponsables realizadas por Huaqueros, que con sus saqueos no solo se pierde

los monumentos sino también la información cultural que éstos son depositorios. Estas

excavaciones vienen realizándose de muchos siglos atrás en búsqueda de artefactos preciosos o

simplemente cuando los pobladores o visitantes al recoger un objeto impactante o misterioso;

sea cual fuese el motivo debemos recordar que si bien el daño es distinto, pero el saqueo y la

pérdida de información es lo mismo.

Asimismo muchos de los sitios que han sido restaurados, pero por falta de un estudio de los

factores causantes de su deterioro, han llevado no solo a realizar malas intervenciones, sino que

a veces son los causantes de peores deterioros acelerando su proceso de destrucción.

Actualmente el gobierno central y los gobiernos regionales y locales priorizan sus proyectos de

desarrollo como canales, carreteras, explotación de yacimientos mineros, etc.; los cuales muchos

de ellos son los causantes de la pérdida de muchos sitios arqueológicos.

Los restos arqueológicos constituyen bienes de extraordinario valor para la investigación

científica de nuestro pasado, puesto que muchos no solo han sido declarados Patrimonio

Cultural de la Nación sino de la Humanidad y por lo tanto la conservación en la actualidad es de

interés universal.

Por otro lado, el Perú ha perdido innumerables piezas arqueológicas que ahora están en todas

partes del mundo y están negando la investigación; porque quienes nos dedicamos a la

investigación a veces nos falta un eslabón que permita comprender mejor nuestro pasado, pero

lamentablemente ese eslabón está en manos de un traficante o adornando una sala.

Todo esta problemática se debe a la falta de identidad, peruanidad y sobre todo la identificación

del poblador común con sus raíces; es por ello que está en ustedes como futuros profesionales

defender el Patrimonio Arqueológico y cuidar su objeto de estudio y de trabajo, pero para ello

requiere de mucha ética y entrega.

1.- Base legal.- El patrimonio arqueológico en el Perú, tiene como sustento legal a:

- Constitución Política del Perú: Artículo 21.

- Ley Nº 28296: Ley general del patrimonio cultural de la nación.

- Reglamento de Investigaciones Arqueológicas.

- Código Procesal Penal: En su título VIII, trata sobre los delitos contra el patrimonio

cultural de la Nación, con pena privativa de Libertad hasta 10 años.

2.- Problemática: Los factores que atentan contra la destrucción del Patrimonio Arqueológico

son:

- Factores naturales: Sismos, acción de las sales, acción de la napa freática, neblina y/o

rocío, vegetación, acción eólica, inundaciones y acción pluvial y fluvial.

- Factores antrópicos:

a). Por el mismo poblador antiguo; al realizar reocupaciones de los sitios Arqueológicos.

b). Extirpación de idolatrías durante la colonia.

c). Por el poblador actual: Expansión agrícola, huaqueo, tráfico ilícito, turismo,

negligencia de autoridades y producto de malas intervenciones arqueológicas.

3.- Perspectivas: La protección y defensa del patrimonio cultural es, pues, una tarea que

compete no sólo al personal de las instituciones culturales, sino también a cada ciudadano.

La tarea más importante es lograr un cambio de actitud en la comunidad en general y

sensibilizar a la población en torno a la importancia de nuestro legado cultural; porque

debemos tener en cuenta que el Patrimonio Arqueológico es un recurso no renovable,

irreparable, único y esencial, por lo tanto si estos se destruyen, entonces una parte del

registro de la humanidad desaparece. Para minimizar los efectos negativos en la destrucción

del patrimonio cultural, se plantea las siguientes alternativas:

a). Identificar el Patrimonio Cultural. Es de gran importancia saber con cuántos y cuáles

bienes culturales cuenta cada jurisdicción, para poder protegerlos y cuidarlos eficazmente.

b). Planificar una gestión adecuada. Es necesario establecer una estrategia general de

defensa y planes de manejo para los sitios y monumentos más importantes.

c). Estimular la participación ciudadana en el cuidado de los bienes culturales;

principalmente en las comunidades campesinas donde se debe fomentar y consolidar un

sentimiento de identificación cultural y defensa por las áreas arqueológicas.

d). Elaborar normativas de protección. Entre otras medidas, incluye declarar zonas

intangibles en y alrededor de los sitios y monumentos, establecer zonas rígidas en los

centros históricos, aplicar normas en la construcción, cuidar del ornato e higiene, etc.

e). El Ministerio de Cultura debe ser más riguroso en cuanto a permisos y supervisiones de

los proyectos arqueológicos; porque muchos de estos proyectos han abusado de los sitios

arqueológicos u otros cuya finalidad era la conservación, pero cuyas intervenciones han

sido causantes de peores deterioros del sitio arqueológico.

f). Es por ello, se plantea que las investigaciones y conservaciones que se realicen, deben

realizarse en el marco de sus objetivos planteados y que éstos sean en generar un nuevo

conocimiento y no en busca de objetos de valor o por ganar fama.

g). Establecer circuitos culturales. El turismo cultural, adecuadamente planificado, implica

ingresos no sólo para el mantenimiento y preservación de los sitios y monumentos, sino que

brinda beneficios económicos para la población en general.

h). Favorecer la creación de museos y centros culturales. Estas Instituciones fomentan la

difusión y promoción del Patrimonio Cultural Local y contribuyen a la formación y toma de

conciencia de la población.

Por lo planteado, debemos tomar conciencia de la importancia y el valor cultural de que

estos sitios son depositorios y que dependerá de todos nosotros evitar su destrucción de esta

herencia cultural que finalmente es la identidad de nuestro país. Hay que reconocer que

todavía queda un largo camino por recorrer para concientizar a la población y a los

investigadores de la importancia del patrimonio arqueológico, porque no vemos el presente

vemos el pasado; porque ahí están las raíces y refleja la grandeza de los peruanos, de ahí

que debemos fomentar la identidad, peruanidad y decir por siempre que tenemos el orgullo

de haber nacido en este país llamado Perú.



Comisión organizadora.

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